El punto más mítico de la historia del baloncesto argentino es aquella palomita de Manu Ginóbili frente a Serbia y Montenegro. Todos recordamos aquel gesto técnico majestuoso de Manu, o el pase al límite de Montecchia, pero la jugada comenzó en las manos del que hoy cumple 45 años: Chapu Nocioni, el primer pase de un punto eterno.
«Fabricio estaba peleando el rebote, agarró el balón rápido y lo primero que hago es dársela a Montecchia, nuestro base, ya está, y a correr», comenzó explicando el Chapu en charla con Básquet Plus. Sobre la sensación de que iba a ser Ale el que iba a tirar el tiro ni bien encontrara el espacio, también comentó: «No, no lo pensé en ese momento. Yo se la di a él porque es el base. Como 3 obediente, yo se la di al base, después que sea lo que sea. Pero sí, además, lo que hay que reconocer es que se la di al Puma porque, primero, Manu no estaba libre, obviamente, era el que más libre podía llegar a estar, pero también el jugador más rápido de la cancha y teníamos 7 segundos, me parece, 3.8 en realidad. Entonces se la di a Montecchia por una cuestión de que él es rápido y podía correr todo el campo y tratar de llegar al otro lado, pero bueno, él decidió, lo vio a Manu y saltó la palomita, que yo la vi de atrás».
Nocioni fue quien inició la jugada, pero también fue el que agarró por primera vez la pelota luego del tiro de Manu. Su intención era intentar corregir el tiro por si Manu no lo metía. Todos tienen una anécdota propia del momento en el que el tiro entró y se desató el festejo descontrolado. Desde la óptica del Chapu, fue así: «Manoteo el balón, pegó el giro y, cuando miro para atrás, están todos tirados en la cancha. Si te soy sincero, todo esto te lo cuento porque lo he visto; yo no sé si me acuerdo».
Una jugada que quedará marcada para la eternidad y que comenzó en manos de un Andrés Nocioni que buscó a su base, y todo terminó de manera mágica.