Damian Lillard arribó a los Milwaukee Bucks en busca de ganar el anillo que le venía siendo esquivo en Portland. Junto a Giannis Antetokounmpo, formó una dupla de la que se esperaba mucho y que, en los playoffs, gracias a las lesiones, se quedó en el camino muy temprano. En una entrevista con Fox Sports, el jugador habló de lo que fue su última temporada.
«Probablemente tendría que clasificarlo en la parte superior, probablemente el año más difícil de mi vida. Esto no fue como si me hubieran cambiado en medio del verano ni nada por el estilo. Fue justo antes de que comenzara el campamento, un par de días antes de que comenzara. No sabía dónde iba a estar. Pasando por un divorcio. Tengo tres hijos. Estar lejos de mis hijos. No tener un horario establecido de cuándo los iba a ver. Fue solo mucho. Mucho que equilibrar al mismo tiempo mientras aún tenía que rendir. (Fue) simplemente difícil», comenzó explicando el habilidoso tirador de los Bucks.
Con Giannis Antetokounmpo no lograron tener la mejor química y eso se notó en jugadas específicas como los pick and roll. Sobre su relación con el griego, explicó: «No se trata de que tengamos que hacer algo especial. Lo que él domina, lo que yo domino, va junto. Y ambos tenemos que ser agresivos y entender los momentos y situaciones en las que podemos usar al otro para crear una ventaja. Y tenemos que simplemente confiar en eso. Y, con el tiempo, hemos mejorado y mejorado. Y este año será aún mejor».
«Creo que es la venganza de algo que necesito recuperar para mí, no para nadie más. Sé lo que implicó la temporada pasada. Y sé lo que implica ser lo mejor de mí. Eso es en lo que me estoy enfocando», comentó por último Lillard, poniendo énfasis en lo que se viene y en esa búsqueda de redención.