El duro recorrido de Rodman para llegar a la NBA

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Dennis Rodman vivió de todo antes de llegar a la NBA y luego de haber dormido hasta en calle, el Gusano fue salvado. No sólo el básquet le dio otra oportunidad, sino que también el destino le comenzó a sonreír. En un campus se hizo amigo de Bryne Rich. Él también tuvo un duro pasado (había matado sin querer a su amigo mientras cazaban) y paulatinamente se unieron para formar un lazo especial. Tal fue su conexión que Dennis empezó a pasar mucho tiempo con la familia de Rich.  

Finalmente, la familia del pequeño lo invitó a vivir en su granja, y Dennis aceptó la petición sin dudar. Se pasaba los días manejando tractores y ordeñando vacas, evitando la violencia usual a la que estaba acostumbrado. 

Rich comenzó a llamarle Gusano a Dennis, por su largo cuerpo y por su habilidad para retorcerse mientras jugaba al pinball. Era un chico de color en el seno de una familia blanca de los suburbios. A nadie de la familia le importaba, sólo querían verlo bien.  
 

Rodman por primera vez en su vida tenía estabilidad, amor y futuro, por lo que, saludable de mente y alma, decidió presentarse al Draft de la NBA en 1986. Detroit Pistons se arriesgó y, a pesar de la mala fama de Dennis, lo eligió en el pick 27. El Gusano llegaría a los picantes Bad Boys de Thomas y Daly. Cuajaría como la manteca en el pan. 

En su primera temporada fue eficiente y supo aprovechar sus participaciones, promediando 6.5 puntos, 4.7 rebotes y mucha defensa en 15.0 minutos en cancha. Sangre, sudor y lágrimas, ADN de Dennis, que luego también se consolidó en los Bulls de Jordan y Pippen, logrando tres anillos y una de las mejores dinastías de todos los tiempos.