Sebastian Coe y su camino al COI: desafíos y visión
13 de febrero de 2025
El presidente de World Athletics, Sebastian Coe, brindó una entrevista exclusiva para Latinoamérica, conducida por Hernán Sartori, editor de Deportes de Clarín-Argentina. En ella, abordó los temas más relevantes del atletismo y el panorama deportivo internacional.
Desde un hotel en París y a través de Zoom, Coe participó de la charla con su característico tono monocorde y su inconfundible imagen: camisa impecable bajo un suéter y su cabello entrecano bien peinado. Seis años y medio después de su última entrevista con Sartori, la diferencia radica en que ahora usa lentes y en que el encuentro anterior, en julio de 2018, fue presencial en Buenos Aires, meses antes de los Juegos Olímpicos de la Juventud.
Coe se encuentra en plena carrera por la presidencia del Comité Olímpico Internacional (COI), compitiendo con otros seis candidatos por el cargo que hoy ocupa el alemán Thomas Bach. A pocos meses de la elección, el dirigente británico no esquiva preguntas sobre los desafíos del olimpismo en un mundo marcado por conflictos en Europa y el Medio Oriente, el rol de la política en el deporte y la creciente importancia de conectar con los jóvenes en una era digital.
Política y deporte: una relación inevitable
A pesar del tiempo acotado de la entrevista, Coe deja en claro su postura sobre la relación entre deporte y política: “Es frustrante que haya gobiernos y políticos que no comprendan el verdadero valor del deporte en sus comunidades”, afirma. Destaca que invertir en el deporte no es un gasto, sino una estrategia clave para la salud, educación, economía y cohesión social.
Con una trayectoria que incluye su paso por la Cámara de los Comunes del Reino Unido entre 1992 y 1997 como miembro del Partido Conservador, Coe sostiene que el deporte y la política son inseparables. Asegura que la financiación de infraestructuras deportivas depende en gran parte de las agendas gubernamentales y que su estrategia incluye dialogar no solo con dirigentes deportivos, sino también con ministros de Salud y Economía.
Ante la realidad de países como Argentina, donde el deporte suele ser una de las primeras víctimas de los recortes presupuestarios, Coe reflexiona: “Para quienes hemos sido atletas, entrenadores o dirigentes, es fácil entender el impacto positivo del deporte. Pero, ¿estamos comunicándolo bien? Debemos reforzar nuestros esfuerzos para demostrar cómo el deporte transforma comunidades, especialmente en las más vulnerables”.
Postura firme ante Rusia y Bielorrusia
Desde su llegada a World Athletics en 2015, Coe ha sido inflexible con las sanciones a los atletas rusos, primero por el escándalo de dopaje de Estado en los Juegos de Sochi 2014 y luego por la invasión de Rusia a Ucrania en 2022. Mientras el COI de Bach mantuvo una postura más laxa en eventos como Río 2016, Coe defiende su decisión: “Tengo credibilidad en mis acciones y puedo demostrarlo”.
Cuando se le consulta sobre la actitud más flexible de otros candidatos respecto al regreso de Rusia al escenario olímpico, responde con diplomacia: “El mundo es complejo y no todos los candidatos ven la situación del mismo modo. Pero mi visión es clara: el olimpismo debe tomar posturas de liderazgo”.
Desafíos del movimiento olímpico
Sebastian Coe reconoce la naturaleza política de la elección presidencial del COI, comparándola con los acuerdos que se tejen en el Vaticano para elegir a un nuevo Papa. Sobre su candidatura, confiesa que reflexionó mucho antes de postularse y asegura que su pasión por el movimiento olímpico data desde que se unió a su primer club de atletismo a los 11 años.
Entre sus principales objetivos, destaca la necesidad de priorizar el deporte, atraer nuevas audiencias y potenciar la organización. Enfatiza la importancia de aprovechar la diversidad de perfiles dentro del COI, que incluye desde banqueros hasta exjefes de Estado, y se pregunta si realmente se está aprovechando su talento al máximo.
El bienestar de los atletas: físico, mental y financiero
Uno de los puntos centrales de su manifiesto es mejorar las condiciones de los atletas más allá de su carrera deportiva. “El bienestar físico y mental no son negociables, pero también debemos garantizar su estabilidad financiera”, afirma. Según Coe, un atleta con seguridad económica puede extender su carrera deportiva, capacitarse para su futuro y contribuir a la salud de la organización.
Propone integrar a los deportistas como socios estratégicos, mejorar su perfil y brindarles oportunidades para generar ingresos. Asegura que, si resulta electo, trabajará para que los atletas tengan una participación real en la toma de decisiones del COI.
Género y deporte: un debate vigente
En cuanto a la inclusión de atletas transgénero y con trastornos del desarrollo sexual (DSD), Coe mantiene una postura conservadora. “La integridad del deporte femenino es innegociable”, afirma, destacando que World Athletics sigue los criterios científicos para garantizar la equidad en la competición.
Asegura que su organización no cierra el debate y ha conformado un grupo de trabajo sobre diversidad de género, pero sostiene que la competencia debe darse en igualdad de condiciones para preservar el deporte femenino de élite.
Atraer a los jóvenes con tecnología y AI
Coe reconoce que captar la atención de las nuevas generaciones es uno de los mayores retos del olimpismo. “Los jóvenes consumen contenido a la carta y tienen más distracciones que nunca”, explica. Para enfrentarlo, propone usar inteligencia artificial para identificar tendencias, atraer nuevas audiencias y descubrir talentos en países con pocos recursos.
“Si la utilizamos correctamente, la AI nos permitirá entender qué quieren los jóvenes, dónde y cuándo”, afirma. Su plan busca potenciar la marca olímpica y conectar con los consumidores del presente y futuro.
Conclusión
A medida que se acerca la elección del nuevo presidente del COI, Sebastian Coe se posiciona como un candidato fuerte con una visión clara: priorizar el deporte, defender su integridad, fortalecer la relación entre política y deporte, mejorar la situación de los atletas y modernizar el olimpismo para atraer a nuevas generaciones.
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